Este verano que en mi sangre
vehemente transita
-ignorando en inmutable actitud
el paso del tiempo-
va con displicente impermeabilidad
retando las inclemencias del invierno
que busca internarse en mis venas
Hay aún en esta piel mucha primavera
cargada de flores, que sedientas del
rocío de cada amanecer, ansiosas
van también buscando el alba que
alimente su hambre insaciable
de luz y del calor del sol naciente
Hay humedades en los bosques
que no llega a secar ningún viento…
La lava de un volcán se convierte
en incipiente montaña
al llegar a las orillas y permanece,
erupciones ancestrales que no las
borra el tiempo
Soy primavera en verano, llevo
hogueras en mis entrañas que no,
¡no cualquier lluvia las entumece!
Dora Elia
EE. UU.
5 de octubre 2013
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