Trastabillando en la noche
con los labios ebrios de pasión…
ése sutil correr de la cortina
de mi falda a tocar
apresurada mis tobillos
dándole lugar a mi piel
que se asome inquieta
brillando en los exóticos
aceites de su perfume.
Provócame a duelo de dos
que la oscuridad trae en su
bolsillo planes nefastos…
triturar los pezones del tiempo
apretándolos contra su pecho
hasta irradiar con su propia luz
como el neón de las libélulas.
Amaneceres exprimiendo
orgasmos con la lengua de la luna
en la letanía de un sórdido
y prolongado gemido…
el aullar de lacónicas
cuerdas vocales con efecto
lanza-llamas de dragón
y el chillar blanquecino
en los muslos de la cama.
Dora Elia.
7 de Abril 2014.
EE.UU.
Derechos reservados de autor.
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