Yo no quiero acallar el
gemido
que desesperado pretende
ahogarse en mi interior
por no gritar tu nombre
a todos los rincones bajo
el cielo.
Yo no quiero que la noche
muera
como un orgasmo fallece en
su momento
y entre las sábanas pierde
su humedad
mientras quedan dos
cuerpos jadeantes
estremecidos de estertores.
Yo quiero tener en mi
espalda
encorvados tus rayos de
luz
en aristas refractarias
besando mis lunares uno a
uno
como besa la oscuridad las
estrellas
inflamando su brillo.
Yo quiero beberme el sudor
blancuzco
de tu vientre en fuego enardecido
y digerirte a lleno
y volverte loco de locuras
enredado en mi pelo.
Yo quiero amarrarme a tu
ancla
abrazada a ti de alas libres
con suspiros que gimen de
placer
sin censura de nada entre
nosotros
y sea una noche de luna eterna
la que nos consuma.
Dora Elia.
7 de Julio 2017.
EE.UU.
Derechos reservados de
autor.
Que todo fluya entre los dos... que la censura no sea sábana que opaque los momentos de dos.
ResponderEliminarUn poema precioso.
Mil besitos en la noche.