Déjame amarte amor
a la hora cuando caen
en ángulo perfecto
las rosas y el crepúsculo.
En ese filo dulce
de los besos y el champagne
que por mi cuerpo corren
en fluir apasionado.
Voy a sentirte en mí
a cada vestigio ardiente
que me recubre de piel
donde agudizan los poemas.
En cada minúscula ridiculez
de segundos que pasan
entre tus labios y el fuego…
entre mis muslos y tu locura.
Donde queman las fuentes
que rozan nuestras yemas
al final de las sábanas
temblando de emoción.
Cuando termina el perfume
de las velas aromáticas
encender otra luna más
a comenzar de nuevo.
Dora Elia.
11 de Marzo 2015.
EE.UU.
Derechos reservados de autor.
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