Te espero inaguantable de mí
a la vuelta temprana de la noche
en la cuadra entre la luna
y mis deseos que palpitan
por abrazarse a nosotros dos.
Desorbitada de puntitas
al borde de la cima
donde se encuentran
el cielo y la tierra
tocándose con los dedos
las orillas de la piel
y verte llegar flotando
en una derramada nube.
Te espero incontenible
en la impaciencia del reloj
enfadado por tu ausencia
con estos florecidos labios
escondidos y trémulos
que tus lujurias encienden.
Nos vemos amor mío
en la maravillosa esquina
donde copulan la arena y el mar
que gimen envolvernos
en el manto de sus lenguas
al compás de su cálido hormigueo.
Dora Elia.
22 de Octubre 2014.
EE.UU.
Derechos reservados de autor.
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