COMO NO QUERIENDO

Deshiciste el atado de mi pelo
que clamaba a gritos
volar en libertad
como despegan las palomas
al tañer el campanario
o al silbido del viento.

Corrían tus dedos
temblorosos de pasión
bajando por mis hombros
lentamente
acompasados
sin prisa
como no queriendo llegar
a los contornos de mi pecho…
como no queriendo llegar
poco más abajo
incitándome de loca espera
enloqueciendo mi felina.

Y seguía lloviendo…
de vez en cuando me percataba
del sonido de las gotas
tocando con sus nudillos
el cristal de la ventana…
aroma a humedad.

No el que despide la tierra
cuando la moja la lluvia…
el tuyo y mío
frenético intercambio
exudando
liberando aroma a sexo…
y dos amantes tocando el cielo.


Dora Elia.
24 de Febrero 2014
EEUU.

Derechos reservados de autor.



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