Entró hasta mis raíces más escondidas.
Aquellas que corrían secretas
tan debajo de mi tierra.
Su saliva era un veneno
cáustico y dulce a la vez
¡Y ay, misterio de misterios…
cómo me gustaba libarlo!
Lo quise a gritos
a sorbos
a golpes
a bocanadas
a suspiros.
Lo amé sin estancamientos
sin trabas
sin tapujos
sin vallas
ni muros.
Lo amé con ruidos
y silencios del alma.
Me inventé con él
muchos arrojos
y confabulada conspiré en su piel
jugándosela entre mis labios
hasta el último clarín del alba
cuando las campanas de la iglesia en la esquina
exprimían su postrero orgasmo
dejando sus campanadas vacías.
Y él…
potro montuno y brioso
surcó el espacio en yegua blanca
de pasión en desenfreno...
reventé su falo ¿mil veces?
Lo amé en zapatillas
y descalza,
desnuda de alma
y cuerpo desvelado.
Mas él…
él sólo me amó
a migajas y gotas.
Dora Elia.
11 de Abril 2018.
EE.UU.
Derechos reservados de autor.
Aquellas que corrían secretas
tan debajo de mi tierra.
Su saliva era un veneno
cáustico y dulce a la vez
¡Y ay, misterio de misterios…
cómo me gustaba libarlo!
Lo quise a gritos
a sorbos
a golpes
a bocanadas
a suspiros.
Lo amé sin estancamientos
sin trabas
sin tapujos
sin vallas
ni muros.
Lo amé con ruidos
y silencios del alma.
Me inventé con él
muchos arrojos
y confabulada conspiré en su piel
jugándosela entre mis labios
hasta el último clarín del alba
cuando las campanas de la iglesia en la esquina
exprimían su postrero orgasmo
dejando sus campanadas vacías.
Y él…
potro montuno y brioso
surcó el espacio en yegua blanca
de pasión en desenfreno...
reventé su falo ¿mil veces?
Lo amé en zapatillas
y descalza,
desnuda de alma
y cuerpo desvelado.
Mas él…
él sólo me amó
a migajas y gotas.
Dora Elia.
11 de Abril 2018.
EE.UU.
Derechos reservados de autor.
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