Y mis pechos de fuego
de azáleas perfumados
inquietos arreboles
teñidos de pasión.
En la opulencia
de tus labios se deshacen
y a tus caderas piden
jugar entre montañas.
Y se desatan mis duendes
corriendo a la puerta
enarbolados-traviesos
botones en flor.
Y en tus gemidos me arrullo
-robustos potros en celo-
y mis fecundos latidos
se derraman sin mesura.
En impaciencia pido
acopios de plato fuerte
y el postre se desborda
en aderezos de miel.
Dora Elia.
4 de Octubre 2014.
EE.UU.
Derechos reservados de autor.
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